Dos fueron los imputados del crimen. Uno recuperó la libertad, mientras que el otro, menor cuando cometió el hecho, deberá quedar en prisión. Disturbios al salir de la audiencia.
El Tribunal Oral Penal Nº2 encontró penalmente responsable del delito de Homicidio Calificado Criminis Causa a Saúl Pedro Ibarra, mientras que Rodolfo Andrés Bauque fue absuelto de “culpa y cargo” por insuficiencia probatoria. Ambos estaban sentados en el banquillo de los acusados por el crimen de Alberto Sosa, quien fue ultimado de disparos de arma de fuego, por defender su fuente de trabajo, un kiosco, ubicado en el barrio capitalino Libertad.
El hecho ocurrió en la noche del 30 de diciembre de 2014. Sosa agonizó, y murió el 2 de enero de 2016.
El Tribunal dio su veredicto tras escuchar a testigos y luego de las pruebas correspondientes presentadas durante el debate que comenzó el pasado 28 de febrero.
Tras los alegatos de ambas partes, para quienes la querella y la fiscalía habían pedido cadena perpetua, se determinó que el responsable del delito fue Ibarra, que era menor de edad durante el hecho, por lo que fue la Jueza de menores quien dictaminó su condena a 15 años de prisión.
La audiencia inició pasadas las 17 y terminó cerca de las 22:30.
Familiares del condenado se mostraron molestos al escuchar a la Jueza declararlo culpable del delito de Homicidio Calificado Crimins Causa.
Desde la querella, Juan Arregin no quedó conforme con el fallo porque sostiene que hubo ocasión de robo, delito que no fue tenido en cuenta a la hora de dictaminar.
“No abrieron la causa para investigar al que tenía el arma” dijo el abogado, quien no pudo encontrar explicación al fallo.
“El TOP dictaminó responsabilidad penal a Ibarra y la absolución para Bauque”, reiteró Arregin.
Cabe señalar que los fundamentos de la sentencia se divulgarán el próximo 2 de mayo. “Allí conoceremos el porqué del fallo”, dijo el letrado.
Por su parte, los familiares de la víctima sólo querían escuchar una condena para quien mató a Sosa. “Ellos querían justicia y saber quien lo mató”, dijo Arregin.
Según se desprendió del expediente e investigación, el hecho de inseguridad extrema tuvo lugar cerca de las 23:30 en un pequeño kiosco ubicado en calle Belgrano, casi en la intersección con Perú de Capital.
Allí se encontraba atendiendo su propietario, Alberto Ezequiel Sosa (50), quien por la hora ya se disponía a cerrar tras una ardua jornada laboral. En ese instante, se estacionó en la vereda una moto Honda CG Titán de 150 cilindradas en la cual se movilizaban dos jóvenes.
De inmediato, uno de ellos ingresó al comercio y comenzó a forcejear con Sosa, con claras intenciones de cometer un asalto. Pero no contaba con que el trabajador se resistiera al ilícito, complicando así la “tarea”.
Entonces intervino el cómplice del ladrón que se había quedado en la moto, quien sin mediar palabra, entró al local y, con un arma de fuego, apuntó y disparó a la humanidad de Sosa. El tiro dio en la cabeza del hombre y allí, sin botín alguno, ambos malvivientes subieron a la moto y huyeron raudamente por calle Belgrano, perdiéndose en la oscuridad.
“Hablá, sabés quienes son los asesinos”
Tras conocerse la condena emitida por la Jueza de Menores, se escucharon gritos por parte de la familia de Samuel Ibarra.
“Esto le pasa por no hablar, por miedo, por no mandar al frente a los responsables”, dijo a gritos una mujer, quien sería madre del condenado.
“Esto no es justicia ¿Por qué no hablaste?, sabés quienes son los autores”, dijo por otra parte otra jovencita, familiar de Ibarra.
Los conocidos del acusado, tras escuchar la condena de 15 años de cárcel, estallaron en bronca.
Hasta que el personal policial, así como del servicio penitenciario, debieron retirarlos de la sala de audiencia para que pudiera concluir la lectura de la sentencia Nº60 del corriente año.
Durante todo el debate que inició en febrero ultimo, acompañaron los familiares de ambos imputados.
“El no fue, sabemos quienes son los verdaderos responsables”, se escuchó decir mientras desalojaban la sala, cerca de las 23.