Antonio Sola es un asesor político que lleva más de la mitad de su vida asesorando a distintos líderes alrededor del mundo. Trabajó en más de 450 campañas electorales y fue destacado como uno de los consultores más influyentes del mundo.
El experto en el manejo de campañas políticas y electorales, Antonio Sola, brindó una entrevista exclusiva al programa que Marcelo Longobardi conduce cada domingo en la señal CNN.
En Diálogo con Longobardi, el consultor español repasó varios temas de su exitosa carrera como “Creador de Presidentes”, mote que recibió tras haber estado detrás de los triunfos de mandatarios como Mariano Rajoy en España, Juan Manuel Santos en Colombia y Felipe Calderón en México
Para Sola los estrategas no hacen a los candidatos, sino que “son los candidatos los que se hacen a sí mismos y terminan siendo presidentes”. En tal sentido, el español reconoció que él “trata de empujarlos, de animarlos, de ayudarlos y, desde luego, de plantar las estrategias adecuadas”, pero que “el valor hay que reconocérselo a los políticos”.
Consultado por las características que debe tener un líder, el español enumeró los siguientes rasgos: “Valores, energía, ideas -no ideología- y determinación. Con eso trabajo, trabajo y trabajo. Estás aquí para gobernar, eres el mandado por los ciudadanos”.
En tal sentido, consideró que los líderes no deben gobernar “según las encuestas” sino haciendo “lo que se deba hacer para sacar adelante a un país”.
El asesor que ha sido reconocido como uno de los cinco mejores consultores de estrategia política del mundo, aseguró que el presidente Macri “es un presidente tibio que se ha dejado gobernar por un grupo de asesores y no ha tomado decisiones propias”.
En tal sentido, lamentó la situación actual del país “después de tres años y medio de una dinámica de cambio” y auguró que Mauricio Macri “hoy tiene todo para perder”.
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“Cambio y continuidad son dos disparadores de todas las elecciones. En la Argentina claramente va a transitar por la economía”, aseguró Sola, y lanzó una duda al aire: “Es muy interesante saber si el sistema político argentino va a dar como para un outsider. Ha pasado en otros países y está llegando esa moda, esa corriente”.
Siguiendo con la caracterización que el consultor realiza de la clase política, aseguró que “la mediocridad de nuestros líderes es abominable”, y en tal sentido sentenció: “Tenemos que acabar con este falso populismo de que un presidente no puede ganar bien, un buen sueldo: hay que pagarlas bien a los presidentes. Si no educamos en valores con energía, con determinación, para que nuestros gobernantes, la gente que quiere estar en el Gobierno esté bien pagada, nunca vamos a salir de esta pobreza que tenemos”.
En tiempos donde todos los partidos políticos centran sus energías en las redes sociales, el asesor político le resta importancia a lo que ocurre en el mundo digital: “Las redes sociales todavía son transaccionales y el voto no se transacciona en la red. En la red uno se informa, comunica y busca estilos dónde estar en un rebaño de ovejas, pero no se toma la decisión ahí, se toma la decisión en otros ámbitos”.
Para Sola la corrupción “no es importante a la hora de votar” porque la gente afirma <roba pero me da de comer>. Asimismo, aseguró que “muchos políticos piensan que les conviene la gente pobre, porque con la pobreza pueden gobernar: te quiero pobre porque te necesito pobre para llegar”. “Ya no es ni populismo, es pobrismo”, sentenció.
Por último, el reconocido asesor se sometió a un ping pong acerca de algunos de los líderes políticos más destacados de los últimos tiempos:
Nicolás Maduro
“Es un dictador y hay que sacarlo del poder, está anclado en tanto dolor venezolano. Hay que hacer el esfuerzo de la comunidad internacional y de todos los venezolanos para sacarlo”.
Steve Bannon
“Es un asesor, tremendo asesor. Logró con Donald Trump llegar a la presidencia de Estados Unidos. No tengo mucho que decir de él, creo que es un colega qué está ahora en Europa asesorando algunos partidos muy en el extremo. A mí no me gustan las extremas”.
Donald Trump
“Creo que es un patán con boca y Twitter. Megalómano total y absoluto, es un peligro para Estados Unidos también. Menos mal que Estados Unidos tiene una democracia sólida”.
Barack Obama
“Es mucho mejor después de presidente que de presidente y eso le honra”.
Felipe González
“Un genio de la política española, un estadista impecable que cambió lo que queríamos los españoles −sobre todo lo que queríamos de nosotros mismos y de nuestro país− para convertirlo en un país de vanguardia y eso es muy importante”.
Emmanuel Macron
“Presidente joven, venido a menos, confundido entre el poder y lo napoleónico. Es un hombre que se gusta a sí mismo demasiado: si alcanzará se besaría los pies. Se mira a si mismo demasiado y es malo mirarse a sí mismo demasiado. No le quita que aun teniendo eso sea un líder, el líder hoy de la Unión Europea, que está tirando del carro delante con una Angela Merkel venida a menos”.
Lula da Silva
“Ese fue otro monstruo, en el buen sentido de la política, que fue atraído por el oro y los espejitos y terminó donde no debía. Una lástima”.
Jair Bolsonaro
“Creo que es un extremo. A mí no me gusta en lo personal, creo que es un peligro también para los brasileños. Y lo que te decía antes de los extremos que están de moda hoy le permitió llegar. Yo creo que los brasileños se van a dar cuenta muy pronto que cometieron un error”.
Vladimir Putin
“Es un mafioso”.
Justin Trudeau
“Es un tipo que empezó a gobernar siendo el del siglo XXI en vez del siglo XX. Es un tipo que mamó de su papá, que fue primer ministro canadiense, y eso le permitió entender la dinámica del poder, que vivió detrás de la puerta del poder. Canadá navega y los canadienses navegan, se comen sus problemas, van, tienen cierta influencia en el mundo. Trudeau ha comprendido mucho eso y, sobre todo, lo que me gusta mucho de él es que es un tipo mentalmente abierto y lo ha demostrado”.
Álvaro Uribe y Hugo Chávez
“Uribe es como Chávez para la derecha. Chávez es como Uribe para la izquierda y está muerto, que en paz descanse. Le hizo mucho daño a Venezuela. Uribe, en su forma, creo que el fondo no era como Chávez. Uribe construyó ocho años de gobierno pero también intentó cambiar la Constitución para reelegirse un tercer mandato. Luego de estar en la silla todos se vuelven locos y eso no está bien”.