Desde la ventana vio algo espeluznante. Una mujer quería suicidarse tirándose desde un piso 11. Además, estaba vestida con el traje característico que Margaret Atwood imaginó para las criadas de su novela El cuento de la criada: capa roja y cofia blanca. Son tiempos difíciles y Casey McCormick, actriz del UCB Theatre de Nueva York, alertó a sus compañeros de oficina. Todos estuvieron de acuerdo: había que pedir ayuda.
“Hay tantas cosas que pasan en la política del país que no me sorprendería que alguien tomara una decisión como esa. Por eso, la situación se volvió muy aterradora”, explicó más tarde a la prensa. Pero no había ninguna suicida en esa terraza: era la sombrilla de una familia suizoargentina. “Me enteré leyendo el diario”, contó a Clarín el dueño del parasol más famoso de la jornada.
La historia tuvo más de 400 mil retuits y miles de comentarios. Hasta la Policía de Nueva York y Netflix se sumaron con humor.