Un día como hoy pero de 1983 Luis Ernesto Ramos, con tan sólo 20 años se disfrazó de payaso para un evento solidario y así nació el payaso Firulete.
Fue un domingo, donde se conmemoraba el Día del Niño y la Iglesia católica había realizado un evento para la comunidad, en el Club de Esquina Foot Ball Club. El payaso Firulete y Papas Fritas eran los más esperados de la fiesta. “Había mucha gente y me temblaban las piernas, pero desde ese día nunca más deje esta pasión”, contó Ernesto en una charla amena a Informate Esquina.
“Tengo seis hijos, cuatro mujeres y dos varones, y ellos se criaron viendo al payaso. Esta no es mi profesión, yo soy electricista, pero mi vida social y familiar estuvo atravesado por este hobbie”. “Yo no lucro con esto, yo amo a los niños y todos los eventos a los que fui fueron gratuitos, los viajes a las provincias a las que fui los solvente yo”, explicó.
CENTRO DE CONTENCIÓN
Ernesto confiesa que ama trabajar por los niños y que incluso tiene un centro de Contención Infantil llamado “El Recreo”, al cual asisten 120 niños de entre 3 a 13 años. En el mismo, realizan diferentes actividades deportivas. Los gastos también son costeados por Ernesto, “no recibo el aporte de ninguna fundación, ni de ningún partido”, resaltó.
RECONOCIMIENTOS
En el 2013 le dieron un reconocimiento municipal y provincial por sus 30 años de trabajo, 30 años sacando una sonrisa a los niños. En diciembre del año pasado fue reconocido a nivel nacional, y además es el payaso más antiguo del NEA.
Firulete participó de distintos eventos en Esquina, en el interior de la provincia de Corrientes y también en Entre Ríos, Córdoba, Santa Fe, y Buenos Aires. Con su personaje llegó a zonas inhóspitas, y muy carenciada.
Ernesto confiesa que no estudió pero que la práctica diaria y la relación cara a cara le dejaron muchas enseñanzas. “Una vez fuimos a una zona de isla, en Santa Lucía. Llegamos hasta una escuela y los chicos de ahí nunca habían visto a un payaso. Entramos a una de las aulas y nos vestimos y pintamos ahí, cuando salimos los nenes se asustaron y salieron corriendo para el monte. Tuvimos que salir a buscarlos uno por uno”, recuerda entre risas. “Nos sacamos el maquillaje y nos pintamos delante de ellos, ese día aprendimos que para que no tengan miedo teníamos que mostrarles que éramos nosotros pero disfrazados”.
Actualmente Firulete se sumó a unos talleres que se realizan en la provincia de Córdoba tras los cuales se realizará un gran evento nacional. “De estos talleres participan payasos, mimos y malabaristas de nueve provincias, uno de ellos es Piñón Fijo”, contó.