Desde la mañana de este viernes, los presos tomaron varios sectores e intentaron acceder a los techos del complejo porteño. Algunos no llegaron.
“Si se llega a caer, se mata”, advierte una persona mientras graba cómo, desde los pisos superiores de la cárcel de Devoto (Buenos Aires), varios internos tratan de subir a otro munidos de rudimentarios trapos.
El intento sale mal. Pasados los esfuerzos iniciales, la tela se viene abajo y el detenido cae al vacío. “Te dije”, espetan los testigos, entre gritos de sorpresa.
No obstante, las informaciones preliminares indican que la víctima del accidente solo sufrió una quebradura de pierna. Considerando las circunstancias, la sacó más que barata. Es otra postal más de un fenómeno que se reproduce en todo el mundo ante el contexto que inauguró la pandemia del coronavirus.
En efecto, otros complejos penitenciarios del país permanecen alertas por el confuso clima que se percibe. A lo largo de la semana se han registrado varios fallecimientos, entre incidentes y reclamos.
