El moderno estadio 974 será la sede del tercer encuentro de la selección argentina en la Copa del Mundo y despierta preocupación por el mal estado en el que se encuentra el campo de juego.
El 974, reconocido por su particular construcción con contenedores de transporte marítimo, albergó en la primera mitad del Mundial cuatro partidos: México-Polonia, Portugal-Ghana, Francia-Dinamarca y Brasil-Suiza, y despertó las criticas de estos últimos al no encontrarse en las mejores condiciones.
El seleccionado brasilero, que venció este lunes a Suiza en esa misma sede, adelantó que presentará un reclamo por el “mal” estado del campo de juego.
“El césped no está en el mismo nivel que en Lusail y tampoco de nuestro centro de entrenamiento. Ya hicimos una consulta a la FIFA pero vamos a hacer otra más profunda. Si vamos a jugar ahí los octavos de final creemos que estará más dañado”, declaró Juninho Paulista, exfutbolista y coordinador del seleccionado brasileño.
La capacidad del estadio 974 es otro de los problemas ya que tiene 44.089 asientos, casi la mitad de los 88.966 que tiene Lusail, la sede de la final del próximo 18 de diciembre y el lugar donde el seleccionado “albiceleste” disputó sus dos primeros encuentros.
En cuanto a las sedes de los octavos de final, en caso de que la Argentina logre clasificarse como primera, jugará el 3 de diciembre en el estadio Ahmad Bin Ali (45.032). Por otra parte, si clasifica en el segundo puesto, enfrentará a su rival en Al Thumama (44.400) un día después.