Jesse Kipf, natal de Kentucky, Estados Unidos, hackeó páginas gubernamentales y robó la identidad de un médico de Hawaii para evitar pagarle 100 mil dólares a su ex esposa.
Un hombre de 39 años se declaró culpable de fingir su propia muerte para evitar pagarle a su ex esposa la manutención de sus hijos. El hecho ocurrió en enero del 2023, pero el natal del estado de Kentucky confesó haber pirateado y hackeado páginas web gubernamentales para realizar el fraude en un juicio del 29 de marzo.
Las separaciones, cuando hay hijos de por medio, causan un gran dolor y complicaciones para las partes involucradas. La situación empeora cuando la tenencia y manutención de los hijos entra en juego, ya que suele generar reacciones hostiles en alguno de los individuos. Un claro ejemplo de ello fue el caso de Jesse E. Kipf, quien admitió haber robado datos claves de un médico de Hawaii, como su nombre, título y número de matrícula, para darse por muerto.
El ilícito se remonta a enero del año pasado, cuando el kentuckiano ingresó al sistema de registro de defunciones del mencionado estado y creó un archivo en el que ratificó su deceso. Luego, el 21 de enero del pasado año, “se asignó como el certificador médico del caso y certificó ese caso”, se explica en el documento donde confesó su culpabilidad.
Pero el hombre no se detuvo ahí, sino que también “se infiltró en los sistemas de registro de defunciones de otros estados (como el de Arizona) utilizando credenciales que robó a otras personas reales”, se agrega.
“El acusado fingió su propia muerte, en parte, para evitar sus obligaciones pendientes de manutención de los hijos que tiene con su exesposa”, sigue el escrito. Es que, tras la separación, se pautó que Kipf debía pagarle la suma de 100.000 dólares a la mujer.
El pasado 29 de marzo, el hombre se declaró culpable, ante el Tribunal de Distrito de EE.UU. para el Distrito Este de Kentucky, del delito de usurpación de identidad con agravantes y fraude informático.
Pero, además, el hombre reconoció haber pirateado redes de empresas privadas con el fin de vender su acceso en línea. En consecuencia, el tribunal dictaminó que deberá pagar la suma de 116.000 dólares a su expareja y 79.000 al gobierno, empresas y corporaciones por los daños ocasionados.
En adición, Kipf se enfrenta a siete años de cárcel y al pago de multas cuyo monto asciende a los 500.000 dólares.
Fuente: Los Andes