La EFTA está integrada por Islandia, Noruega, Suiza y Liechtenstein, países que no pertenecen a la Unión Europea, con la que el Mercosur aún espera ratificar un acuerdo similar.
Durante la firma, los representantes destacaron el carácter histórico del tratado y el compromiso con el multilateralismo y el libre comercio. El vicepresidente de Brasil, Geraldo Alckmin, afirmó: “En medio de un mundo en incertidumbre estamos dando una prueba de que es posible fortalecer el multilateralismo y el libre comercio”.
El acuerdo beneficiará a más del 97% de las exportaciones de ambos bloques, fomentando el comercio bilateral y generando ventajas para empresas y consumidores. Entre los compromisos:
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La EFTA eliminará 100% de los aranceles sobre productos industriales y pesqueros del Mercosur.
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El Mercosur tendrá 15 años para reducir gradualmente los aranceles sobre productos industriales de los socios europeos.
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Preferencias arancelarias inmediatas en productos agrícolas clave para Mercosur, como café, carnes, etanol y vino.
El tratado cubrirá bienes y servicios, inversiones, propiedad intelectual, compras públicas, competencia, reglas de origen, medidas sanitarias, comercio sostenible y solución de controversias.
La entrada en vigor dependerá de la aprobación parlamentaria de cada país, proceso que podría extenderse hasta finales de 2026. Mientras tanto, el tratado comenzará a aplicarse bilateralmente entre cada estado del Mercosur y los países de la EFTA conforme se aprueben las ratificaciones.
En 2024, el Mercosur exportó 3.373 millones de dólares a la EFTA e importó 3.824 millones, siendo Suiza su principal socio comercial.